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La mente es como un paracaídas. Solo funciona si la tenemos abierta
Albert Einstein
Recordando a Vlado Kapetanovic (1918-2005).

No soy muy amigo de publicar este tipo de editoriales. Pero en defensa de la verdad y el respeto, debo dar mi opinión.

Me he enterado, con mucha tristeza, que circuló un texto en redes sociales ninguneando las experiencias del recordado Vlado Kapetanovic, el primer difusor de la existencia de los "extraterrestres de Apu". Ya lo he dicho en mis libros: yo tampoco sintonizo con muchas de las cosas que Vlado publicó más tarde -en donde "noveló" parte de sus experiencias, como él mismo advierte en sus prólogos-, sin embargo, el contacto con los campesinos en las cercanías del nevado Champara en el Perú fue auténtico. También fue verdadera la advertencia del terremoto y alud que sepultó Yungay, mensaje que las autoridades no quisieron escuchar en ese entonces. Me consta, porque conocí en los Estados Unidos a los familiares de esas autoridades, que ratificaron la versión de Vlado. Mas, penosamente, Vlado ya no está entre nosotros como para defenderse. Pero quienes hemos tenido la maravilla de constatar la realidad de ese contacto con los apunianos y sus recientes mensajes -dando pruebas contundentes, como los contactos programados en Mt. Shasta con el Dr. Michael Salla y la periodista ovni Paola Harris, quien, dicho sea de paso, tuvo un encuentro físico con uno de los apunianos, un hecho histórico en la ufología mundial-, seguiremos difundiendo la historia de esa civilización de las estrellas y sus recomendaciones para nuestra humanidad.

Debido al citado texto, más adelante publicaré un nuevo artículo sobre los apunianos y la revelación del “Minius”, basado en hechos, estudios y evidencias, para que nadie quiera confundir, ni sacar de contexto, lo que significa este maravilloso encuentro cercano con esos seres.

Aunque guste o no, el encuentro cercano con los apunianos empezó con gente humilde del Perú en las montañas de Áncash en la década de los años 50. Y, posteriormente, desde la década de los años 60, Vlado se alzó como el primer difusor de estos encuentros cercanos, de amplia difusión en Lima, hecho que recuerda José Carlos Paz García, presidente del IPRI, en su libro "Y conocimos gente de otros mundos".

Conocí a Vlado en persona. Y también a sus amigos más íntimos, incluyendo a sus compañeros de trabajo en la planta de Huallanca, donde tuvo su primer contacto en 1960. Vlado era un tipo afable, firme, y humilde. La famosa actriz, Shirley McLaine, en su libro "It is all in the playing", lo definió como una de las personas más serias que conoció en su vida.

Se nos ha encargado rescatar la historia de los apunianos y su accionar actual en la humanidad. Sé que ello ha causado gran impacto e interés. Por esa razón he colocado una versión digital gratuita de mi libro en Scribd para su libre lectura. No entiendo por qué puede molestar que difundamos abiertamente esta información.

Pero, como dijo Albert Einstein: "Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio".

Donde quiera que estés Vlado, te envío un cariñoso abrazo...

Todo por los demás.

 

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