Me han consultado con insistencia sobre este asunto: ¿Se puede atraer ovnis con el uso de la tecnología? ¿El empleo de un láser, estímulos electromagnéticos e incluso el sonido puede precipitar la aparición de un UAP (fenómeno anómalo no identificado)? Es lo que propone el “Proyecto Skywatcher”, una iniciativa liderada por el ex agente de operaciones especiales Jacob Barber en Estados Unidos. Pero no todo es lo que parece.
Recreación con IA.
Interés de los militares norteamericanos.
Me consta que ex agentes de inteligencia e incluso algunos pilotos militares en servicio activo tienen un profundo interés en el fenómeno ovni. Y muchos de ellos, sin mayor remedio, se han rendido a la investigación de los encuentros cercanos, las singularidades en salidas de campo (como posibles puertas dimensionales) y los avistamientos previa cita “acordados” con los presuntos extraterrestres. Y como digo, me consta personalmente, ya que varios años atrás me he reunido con estos investigadores que sin ningún rubor me mostraron sus credenciales militares. Vinieron a presenciar los fenómenos contacto en nuestros campamentos de Monte Shasta (California) y Crestone (Colorado). Hasta se animaron a venir a una de nuestras reuniones en el desierto de Atacama…
Paola Harris me lo había advertido. Mis libros traducidos al inglés, mi serie también disponible en inglés (The Arc of Time) en Gaia y Amazon Prime, y el testimonio de reconocidos investigadores que nos acompañaron a los contactos programados, como el caso de Michael Salla, Grant Cameron y el de la propia Harris, fue una importante fuente de información para estos militares. Uno de ellos, sin pelos en la lengua, me lo admitió. Me aseguró que no querían encubrir estas experiencias, sino que deseaban encontrar una forma de verificar los contactos con una “metodología técnica” que pueda ser aceptada en círculos escépticos resistentes al contactismo. Sencillamente les dije: más allá de que el fenómeno pueda interactuar con nuestros elementos tecnológicos, el elemento clave de los contactos es la consciencia.
La consciencia es la llave de estos encuentros con “ellos”. La búsqueda honesta y sincera, si se ajusta a su “agenda” —detalle fundamental, y aquí me ciño a los contactos de mutuo acuerdo con los grupos que son respetuosos y fraternos—, es la que gobierna el corazón de estas experiencias. Un miembro del Noetic Science Institute (fundado por el célebre astronauta Edgar Mitchell), estuvo de acuerdo con este mensaje y gestionó mi conferencia en la prestigiosa institución. La consciencia es lo que realmente nos conecta con el universo. El propio Mitchell me lo remarcó…
Tecnología para buscar el contacto
Si no hay consciencia en nuestra búsqueda, ¿con qué estamos contactando?
En agosto de 2024, el equipo Skywatcher realizó una operación experimental utilizando un recurso psiónico con el objetivo de invocar un UAP. Y según leo en el reporte, durante esa operación se produjo un inesperado “enfrentamiento aéreo” entre dos objetos: la nave supuestamente convocada por el equipo y otra “rebelde” que le salió al paso, controlada por una entidad desconocida. Fred Baker, supervisor de la operación, presenció lo que describió como un “clásico disco con forma lenticular”, mientras que otros miembros del equipo reportaron ver un objeto ovalado, similar al que Jacob Barber ya había descrito en experiencias previas. ¿Ante qué se encontraron? Estos episodios pueden tener una explicación en la actividad de los “neutros” (leer nuestra investigación en la sección Artículos).
No conozco personalmente a Barber. Sé que tras retirarse del servicio activo cofundó el proyecto Skywatcher e involucró a científicos como el Dr. Garry Nolan y hasta practicantes psiónicos con capacidad de interactuar mentalmente con las presuntas naves. No hay que olvidar que el Dr. Steven Greer también difundió sus propios protocolos de contacto y obtuvo evidencias de fenómenos anómalos en los Estados Unidos. Pero no hay nada nuevo bajo el sol: muchas de las metodologías de contacto que hoy se emplean como “novedad” tienen su base en el contactismo de los años cincuenta (en donde se llegaron a emplear sistemas de radio para la interacción, como el caso de George Hunt Williamson y Robert Short, a quien conocí personalmente), todo tipo de técnicas de contacto que tuvieron su esplendor en Latinoamérica en la década de los años setenta. De hecho, el término “encuentro cercano del quinto tipo”, como un sistema de preparación telepático y emocional que conecte con el fenómeno, fue propuesto por Fabio Zerpa en 1977, en el congreso de ufología de Acapulco. Una suerte de “ampliación” de la Clasificación Hynek. Detalle no menor: en el congreso estaba presente el propio Hynek y Jacques Vallée.
Más allá de que algunas de estas iniciativas tecnológicas de contacto puedan tener un fin honesto de investigación, no hay que olvidar que hay distintos grupos de origen no humano actuando en nuestra realidad, y desconocemos sus agendas.
El proceso de verificación de las intenciones de alguno de estos grupos puede ser muy, muy largo. Lo digo por experiencia. Tras más de treinta años de contacto, maravillosas y transformadoras vivencias y la aplastante coherencia en las informaciones recibidas, puedo dar fe de lo positivo que estamos viviendo. Y créanme que esto no empezó haciendo sonar un silbato o apuntando un láser al cielo…