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Los encuentros con los ocupantes de los ovnis no pueden ser ignorados; son demasiado numerosos…
Doctor J. Allen Hynek.
The Ufo Report.
Espiritualidad y Conciencia / Febrero 2018
La información cósmica para la mente psíquica

"Los Manuscritos de Witaikon" –más conocidos como "Las Enseñanzas de Erks"–, es un compendio de catorce transmisiones telepáticas de los presuntos seres que interactúan en la zona vórtice del Cerro Uritorco, en la Argentina. Esos supuestos mensajes son breves y simples enunciados sobre una variedad de temas místicos y de contactismo. Debido a su enorme repercusión en círculos de contacto comparto aquí uno de esos mensajes, correspondiente a la enseñanza diez: la información cósmica para la mente psíquica. Palabras sencillas para transmitir grandes verdades. Las negritas son nuestras.

 

Arriba: el Cerro Uritorco visto desde Perilago. Foto de Ricardo González.

 

Arriba: una manifestación de los seres del Uritorco, captada en presencia de Ricardo González en Capilla del Monte. Diciembre de 2016. Foto by Cristian Belluco.

 

Maia en comunicación.

El simbolismo del consciente derecho, habitualmente vinculado por el ser humano con la sensibilidad y el arte, la música y la poesía, es, para nosotros, un puente para la mente psíquica. La mente creativa y lúdica es capaz de adentrarse en el mundo de lo invisible.

Sin embargo, entiendan que estamos explicando estos procesos desde un punto de vista simbólico. Los científicos humanos descubrirán que hay funciones que no son exclusiva propiedad de un hemisferio cerebral, sino que pueden organizarse en distintos sectores, incluyendo el propio corazón. Pero el simbolismo del cerebro como órgano cimiento de la mente, siendo ambas cosas muy distintas, es ideal para graficar esta enseñanza.

La mente es un campo de fuerza que organiza. El cerebro es un órgano físico que actúa por impulsos que proceden de distintos estímulos. El cerebro no decide, actúa de acuerdo a la mente. La mente, pues, no es resultado de los procesos cerebrales, sino una emanación del ser.

Sabemos de la discusión que existe en los hombres de ciencia sobre la naturaleza del pensamiento. Pero ya comprenderán que los procesos químicos y electromagnéticos detectados en el cerebro no constituyen el origen, sino una de las secuelas de la mente.

Cuando el auto-convocado ha logrado unir los conscientes izquierdo y derecho, es decir, el balance entre lo concreto y lo sutil, hallará el puente hacia el centro, que en el cerebro humano está representando por la glándula pineal. Su ubicación en el centro del cerebro, más allá de las explicaciones científicas, es también un mensaje, pues une lo que aparentemente separado se muestra. Cuando no hay separación, el aspirante fluye en el centro. Quien entienda estas palabras sabrá hallar las puertas de su mente psíquica y, por tanto, el acceso a los mundos denominados “invisibles”.

El sistema de mantras en Irdin que les hemos transmitido es una forma de adiestrar la mente psíquica. El Irdin, como ya se les dijo, debe ser sentido. Es un entrenamiento para fluir en los tonos sagrados. Todos los pueblos de la Tierra emplearon en sus rituales espirituales los cantos místicos y la música. Tenía un propósito, enseñado de antiguo, que ha prevalecido a través de las generaciones que pueblan la superficie.

El entrenamiento de la mente psíquica permite al auto-convocado percibir los mensajes entre líneas, interpretar el significado de los símbolos, detectar "lugares ventana" y fluir adecuadamente en una transmisión. El asiento de las facultades psíquicas se halla en el ser, que es el emanador del campo de pensamiento denominado “mente”. El cerebro y sus hemisferios, y aún la importancia de la glándula pineal, son solo piezas de un gigantesco mecanismo que se pone en marcha con la palanca correcta: la consciencia y la voluntad.

Para que la mente psíquica actúe, no es necesario intentar “apagar” a la mente objetiva. Ambas puedan danzar juntas, al compás de la misma música, ejerciendo cada componente su rol en un espectáculo maravilloso. El sonido de un violín no apaga el de un piano.

Kitiuma expresó que la información que compartimos es UNA en su naturaleza. Es la mente la que divide, segmenta y analiza. Una parte de esa información será procesada por la mente objetiva, que tratará de medir y constatar lo recibido. La mente psíquica se ocupará de los otros aspectos, que es el símbolo, el mensaje, lo sutil y lo sensible.

Volviendo al ejemplo de la música, escuchen un concierto de una gran obra clásica humana. Entrenen la mente psíquica sintiendo lo que les transmite cada movimiento de la obra, sus pausas, sus crescendos. Vean si en medio de ese conjunto organizado de hermosos sonidos fluyen imágenes, paisajes, o algún recuerdo archivado. La mente objetiva, atenta y educada, sabrá distinguir los instrumentos ejecutados, y cuál de ellos es el responsable de determinada frase musical o sonido. Y sin embargo la sinfonía seguirá siendo un solo elemento en la percepción.

Un oyente capaz de comprender la función de cada instrumento en ejecución, sin que ello lo saque de la magia de disfrutar de la música, que lo eleva y transporta hacia mundos de ensueño, habrá comprendido la enseñanza.

 

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